Ermak es frecuentemente visitado por descendientes de rusos, curiosos o directamente rusos. Posee una ambientación que remite a los tiempos del comunismo y la Guerra Fría (sombreros y banderas, entre otros detalles que decoran el lugar). No tiene el glamour de un restó de Palermo Soho, es más como una típica taberna soviética, donde el tiempo está paralizado en aquella época.
Últimamente empecé a frecuentarlo de nuevo, me encanta. Los platos están bastante adaptados a nuestro paladar, pero no pierden ese toque eslavo, como entrada pedir sí o sí drakinis con panceta (o sin), son muy recomendables, eso sí, ¡vienen muy calientes! Las últimas dos veces que fui pedí strogonoff y no me decepciona, pero tenemos opciones como las pastas (los tradicionales varenikes), pollo, pescado y carne; de postre voy a lo seguro: torta Napoleón, aunque también hay otras alternativas muy tentadoras. La atención es cordial, si hablás algo de ruso es un ambiente muy simpático y sino, puede tornarse como algo serio. Es atendido por rusos y por experiencia familiar, personal, no somos gente muy habladora, somos sí conservadores, algo tímidos y por eso pasamos como "fríos". En la carta está descrito cada plato con su nombre en ruso (romanizado para que al menos puedan pronunciarlo), los precios varían, pero en general es bastante accesible.
Algunos días ofrecen shows, que no son más que par de tangos en ruso y francés, agregan algo de calidez y son breves. En conclusión, vale la pena visitarlo al menos una vez.
Horarios: Martes a domingos, sólo en la noche.
Dirección: Billinghurst 815
Teléfono: 4862-0170
¿Conocían este lugar?
¿Piensan visitarlo o lo harían?
Vana Ivanova
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